Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
El concejal del Centro Democrático, Carlos Ríos, reconoció que ha hecho muchos esfuerzos para no golpear al colega Julio Enrique González Villa (un “atarbán”) que no respeta ni a las mujeres.
Sostuvo que sintió mucha vergüenza por la forma como trató recientemente a la concejala Aura Marleny Arcila Giraldo. “La insultó y azuzó a las barras para que hicieran lo mismo. Una cosa es que ella haya perdido un proceso jurídico, y otra, que tenga que ser humillada. Así no son las cosas”.
Indicó que por personas como él, y otros de sus colegas, ha decido no volver a aspirar. “Con razón el concejal Gabriel Dib se fue de la corporación. El Concejo es un lugar donde no se puede dar buenos debates. No hay solidaridad para nada”, apuntó.
DANIEL QUINTERO CALLE ES MUY HÁBIL
De otro lado, el concejal Carlos Ríos ha estado en el ojo de la crítica de su bancada, porque se dio cuenta que los 330 mil millones de pesos que pide el alcalde Daniel Quintero Calle en transferencias, son necesarios aprobarlos porque, si no, quienes quedan mal son los concejales. Es plata para temas sociales.
Explicó que esas transferencias hay que aprobarlas, pues el alcalde de los 6.6 billones de presupuesto dejó pendientes los 330 mil millones donde se concentran temas sensibles como educación. “Fue una jugada inteligente del alcalde. Si no aprobamos esas transferencias vamos a quedar como los culpables. Es imposible que el mandatario se robe esa plata, y menos cuando tuvo tanto presupuesto para hacerlo”.